Nos acercamos al astronauta, nos recibe en su glorieta. La tiene limpia y ordenada, aunque sabe que si el expediente que le han abierto sigue adelante podrá estar unos días sin tener derecho a la limpieza. Nos pide que nos sentemos junto a él, nos guiña un ojo y empezamos la entrevista.
- Buenas tardes señor astronauta ¿está animado después de lo del expediente?
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El astronauta de Valdemoro, justo antes de la entrevista |
- Sí, estoy muy animado, yo nunca me rindo. Ni siquiera en los malos momentos. Ten en cuenta que las malas noticias al ser humano muchas veces le hacen resurgir. En el caso de las estatuas nos pasa lo mismo.
-¿Cuántos años lleva en Valdemoro?
-Pues a mi me hicieron en el 2001, concretamente fue un escultor gallego que se llama Francisco Leiro. Utilizó 2.600 kilos para hacerme y en realidad mi nacimiento como estatua fue en Arganda del Rey. Sin embargo no tengo 10 años, tengo más. Las estatuas y las esculturas realmente no tenemos edad puesto que la materia de la que estamos hechas no tiene fecha de nacimiento.
- Últimamente se le ha visto muy activo en la defensa de la escuela pública ¿a qué se debe?
- Aquí, en la Glorieta, veo día tras día pasar a muchos niños y niñas camino al colegio. Tengo cerca algunos colegios e institutos públicos y lo que más me gusta es que a ellos va gente muy diversa y la diversidad me encanta. Los astronautas amamos la diversidad y la sentimos cuando estamos arriba, junto a las estrellas. Allí vemos una bola enorme que es la Tierra y te das cuenta que todos somos iguales en derechos, porque somos minúsculos. Allí arriba parecemos iguales, aquí abajo parecemos distintos pero tenemos que tener las mismas oportunidades y la escuela pública lo consigue.
- ¿Dónde estudió?
- Para ser astronauta en la escuela pública, para ser estatua no es necesario estudiar. Nací astronauta y me hice estatua, bueno me hicieron.
- Dicen que su vida ha cambiado desde que se puso una camiseta verde...
-Yo noto que es una prenda que me queda muy bien, me siento cómodo con ella, además aquí, en la Glorieta, nunca viene mal un poco de abrigo. Pero lo más importante es lo que significa, sobre todo eso de tod@s y para tod@s.
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Desde NY llegaron ánimos a Valdemoro |
- ¿Le molesta no tener nombre?
- Bueno todo el mundo me llama el astronauta, no tengo ningún problema con eso porque como no hay otro, creo que soy una estatua única. Pero si me pusieran nombre me gustaría que me lo pusieran los niños y niñas de Valdemoro, los que me ven todos los días.
- Con lo del expediente ¿ha recibido muchas muestras de apoyo?
-Muchísimas, sobre todo de otras estatuas. Por ejemplo la de la Libertad de Nueva York me mandó un sms muy emocionante, la Cibeles me llamó por teléfono y La Sirena de Copennaghe me escribió un mail dándome ánimos.
- ¿Y las de Valdemoro?
- También. La Sirena, que la tengo muy cerquita, me está ayudando mucho a superar estos malos momentos, otras como la Piña, la de la plaza de la Piña, me cuentan que está bastante triste y con un poco de miedo. Pero estoy seguro que los malos momentos los superaremos. Además con tanto viaje espacial he conocido a héroes y personajes que nos ayudarán, te lo aseguro.
El astronauta nos vuelve a guiñar un ojo, es su particular despedida.